22 mayo 2012

Invirtiendo en el Pasado

“Los niños son personas pequeñas con almas perfectas, que todavía no las han hecho esclavas” – Gerry Spence

Conforme pasa el tiempo y crecemos, pasando a otras etapas de la vida, olvidamos lo que esta no obsequia en pequeñas cantidades, desde niños.  Esto nos hace más amenos a las cosas que se nos hacen más importantes, pero que verdaderamente no lo son. A ir buscando las cosas fáciles, donde no tenemos que enfrentarnos con diferentes y “difíciles” obstáculos.

Pero… ¿Cómo saber?, ¿Cuáles son esas cosas que solo una poca cantidad de personas tiene? y que todos perciben de diferente manera.

Bueno… Empecemos con lo básico, hay que saber primeramente y antes que nada, ¿Qué es la inocencia? y ¿Qué es la sabiduría?

Inocencia: Carencia de culpabilidad

Sabiduría: Es la habilidad de comprender y que al mismo tiempo nos hace reflexionar.


 “Hay 3 cosas que los niños pueden enseñarle a un adulto: A estar siempre contento sin motivo aparente, a estar siempre ocupados en algo y a exigir con todas tus fuerzas lo que desean” – Paulo Coelho
Un niño es inocente por su apariencia que produce ternura y amor. Porque no distingue entre el bien y el mal, porque no ven las cosas con morbo; Porque sus obstáculos son luchar contra dragones, Vencer a todos los villanos, no dejar que muera su amada/o y luchar contra Darth Vader y Zurg.
Y porque cuando crecemos dejamos esa alegría, inocencia e imaginación. No sé si saben que de la inocencia de la infancia, viene la creatividad e imaginación, para hacer grandes cosas e inigualables. Tengo una respuestas del porque la perdemos y verán que es muy simple.

Cuando crecemos distinguimos entre el bien y el mal, sabiendo que el bien es Dios y él mal la ausencia de Dios. Así como que la oscuridad es ausencia de luz y el frío la ausencia de calor. (Albert Einstein)
Pero ciertamente, al crecer con esa inocencia, nos pueden tratar como niños y llegar a ofendernos por el hecho de que no hemos dejado ir esa inocencia o ese niño interior que cada uno tiene dentro. Muchas veces nos dirán mensos, algunas veces inmaduros, pero es la falta de cultura la que les hace creer que somos infantiles y la verdad, es que crecimos con una inocencia más clara y firme.
Al crecer, debemos madurar pero eso no significa que no podemos ser inocentes, que no podamos divertirnos de distintas maneras. Hay tanto espacios como lugares y tiempos, pero eso no indica que no podamos aparentar ser más jóvenes, en cuanto a diversión.

Es la necesidad de descubrir y ser espontaneo, curioso es lo que hace una fuente de verdad, de la representación de quienes somos, sin engaños. Cada etapa tiene sus pros & su contras y debemos aprender  a lidiar con ello, para alcanzar una sabiduría, cuando seamos mayores.

"Reconoce tus errores antes de que otros los exageren." - Andrew Mason

Valentía, es lo que olvidamos en la adolescencia. Es creer en nosotros mismos. Esa rebeldía que se tiene para afrontar las cosas, sin faltarle al respeto, ni ofender a tus autoridad. Es algo ético y valiente.

Cuando nos hacemos jóvenes adultos o simplemente adultos, olvidamos que la valentina es también no mentir. No mentirle a tu jefe en el trabajo, no mentirle a tus hijos cuando te pregunta algo. O no evadir las preguntas.

¿Asombrados? Nos damos cuenta que lo más simple que tenemos, es lo que mas necesitamos...

"La sabiduría es humilde porque no sabe más; La ciencia es orgullosa por lo mucho que ha aprendido. Lejos de ser esto una misma cosa, no tienen entre si, a menudo conexión alguna." . William Cooper

En cambio la sabiduría, se interpreta de dos maneras.

La sabiduría es aquella con la que comprendes de manera más filosófica las cuestiones.
La sabiduría es lo que nos saca del abismo de la ignorancia y lo que nos pone en la plataforma de la intolerancia.

Entonces.. ¿Qué es la sabiduría?

La sabiduría es solo la experiencia que dice adiós a la ignorancia. No es la cultura, no es saber más que los demás. La sabiduría es humilde.

Hablamos de los viejos, una persona vieja se dice que es sabia, por su contexto de vida, porque ha tenido las suficientes experiencias, ventajas y desventajas, para haber llegado hasta donde está en ese momento. Es la capacidad de ver las cosas más profundamente, más inquietantes. La sabiduría es solo una habilidad.
Que todos al igual que la inocencia, adquirimos por obra natural, solo necesitamos, tomar el control y manejarla a la manera más correcta. No a nuestro antojo, si no a la manera en la que no afectemos a nadie.
La sabiduría entonces se refiere como un sinónimo de experiencia, mal fundamentando por las personas sin criterio propio, que se dejan llevar solo por palabras.

Pensando de esta manera, toda la raza humana podría cambiar su criterio. Si todos entendiéramos lo que significa crecer, lo que es avanzar y no retroceder, les aseguro que viviríamos con gente más sabia y filosófica, que con gente ignorante.

“La sabiduría esta reconocerla propia ignorancia” nos dice Sócrates. 
Y estoy de acuerdo, pues la ignorancia es la que no nos da oportunidad, de tener es inocencia, combinada con la valentía y la timidez de avanzar al progreso lógico, para terminaren el angosto camino de la sabiduría.
Siempre hay que pensar y recordar que lo barato, sale caro. Algunas veces hay que identificar que es lo que nuestro pasado nos dio, para tener un presente y por ende un futuro que no podamos predecir. Un futuro invisible, donde veremos a Dios en todos lados.



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